Fundó el movimiento conocido como los testigos de Jehová. Aun siendo adolescente, rechazó su religión presbiteriana, y se unió con la más liberal iglesia congregacional, pero después de poco tiempo dejó este grupo también. Él rehusó aceptar la deidad de Cristo y las enseñanzas bíblicas acerca del infierno y el tormento eterno. Russell no tenía ningún entrenamiento bíblico, más bien formó sus ideas sobre las enseñanzas populares de aquellos tiempos. Por ejemplo, el adventismo influyó su denegación del infierno, y otro grupo adventista, dirigido por N.H. Barbour, despertó su interés en las profecías apocalípticas. Russell tomó de Barbour la creencia de que Cristo había regresado a la tierra en forma invisible en el año 1874, y que 1914 sería el año para la destrucción del mundo y el comienzo del milenio. En 1879 comienza a publicar la revista La Atalaya y Despertad, rechaza a los adventistas por su doctrina de la expiación.

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