Si una persona que es culpable de un crimen va a los tribunales, su única y última esperanza es pedir misericordia y no justicia. Si a ella se le hace justicia de acuerdo a la ley, no hay esperanza de obtener otra cosa que no sea la pena máxima. Amigo, si se te hiciese justicia por tu delito, tú no estarías caminando libremente sobre la tierra. Tu delito no tiene nada que ver con las leyes de la tierra, sino con la ley de Dios. 

TODO EL MUNDO ES CULPABLE

“Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre, y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios.” (Romanos 3:19) Dios dice que tú eres culpable. Tú podrás decir: “Yo no me siento culpable.” Pero Dios tiene un caso escrito contra ti. 

Tratar de vivir una vida buena y guardar los mandamientos no te ayudará. La Biblia dice: “Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos.” (Santiago 2:10) 

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